La habilidad de expresar lo que sentimos y saber cómo controlar nuestras emociones, es sin duda, una de las mejores fortalezas que podemos desarrollar desde la infancia.
A esto se le llama Inteligencia Emocional y se dice que, incluso nos asegura tener éxito en la vida, aún con mayor certeza que la inteligencia académica, pues se ha comprobado que no sólo basta con estar bien preparados con estudios si no sabemos gestionar nuestras emociones y resolver los problemas que se nos presenten con ecuanimidad.
Justo este tiempo de cuarentena que estamos viviendo es un reto por superar, y podemos verlo como una prueba para identificar qué tan hábiles estamos siendo para adaptarnos, buscar soluciones creativas y tomar la situación con confianza, esperanza y buen humor.
Pensemos en las habilidades que podemos desarrollar en este tiempo que le sirvan a nuestras hijas de ahora en adelante:
- Identificar lo que siente
En primer lugar es muy recomendable que como adultos apoyemos a nuestras hijas a reconocer sus emociones y a no confundirlas entre sí. Por ejemplo, diciéndole "veo que estás enojada por no poder salir y triste porque no has estado con tus primos". De esta manera, tu hija comenzará a entender lo que siente y podrá ponerlo en palabras.
- Hablar de lo que siente
Una vez que tu hija sepa cómo decir lo que está sintiendo, será imprescindible que encuentre un tiempo, un lugar y las personas con quienes hablarlo, por lo que te recomiendo que procures darle un espacio de tu atención para que logre ver que es importante lo que siente y que los demás se interesan por saber cómo está. Así cada vez lo hará con mayor espontaneidad sin necesidad de que tú tengas que preguntarle. Irá ganando confianza y habilidad para expresarse.
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- Validar lo que siente
La primera parte para sentirnos reconfortados frente a una situación complicada, es saber que no está mal lo que sentimos y que los demás también se sienten así. Para ello sería muy recomendable que intentes calmar a tu hija explicándole que "está bien tener miedo pues nos ayuda a estar listos para protegernos", "no hay emociones malas", y "todos, hasta los más fuertes y grandes lo han sentido alguna vez". Evita que tu hija piense que llorar o tener miedo es sinónimo de debilidad, que sepa que son emociones tan necesarias y naturales como la alegría.
- Controlar lo que siente
En este apartado, muchas veces solemos confundirnos y creer que controlar las emociones es ocultarlas o fingir que no las sentimos; sin embargo, eso sólo logrará que las reprimamos y acumulemos hasta "explotar" un día, esto le podría pasar a tu hija en situaciones complicadas o bien en la adolescencia, por ello hay que evitarlo a toda costa.
Lo más saludable para todos, es enseñar a nuestras hijas a sentir las emociones pero con un límite, enojarse está bien, pero aventar cosas, golpear o gritar no. Te recomiendo que le ayudes a ver maneras adecuadas de expresar su enojo, algunos ejemplos son:
- Enseñarle con el ejemplo que podemos enojarnos y discutir pero con las palabras adecuadas.
- Practicar el "tiempo fuera" de irse a su cuarto, tranquilizarse y luego volver para hablarlo tranquilamente sin herir a nadie.
- Enseñarle que unos simples ejercicios de respiración (inhalando por la nariz y exhalando por la boca) le pueden permitir reducir el enojo o la angustia y tener un mayor control de la situación.
- Resolver aquello que generó esa emoción.
Por último, tu hija estará preparada para la vida si sabe que puede hacer algo para cambiar la situación, quizá no siempre podrá solucionar situaciones que no dependan de ella misma, pero valdrá la pena hablar, negociar, hacer acuerdos, perdonar, pedir perdón, comprometerse, etc. De esa manera, sentimos que recuperamos el control y evitamos que las emociones nos dominen.
En el Colegio Yaocalli contamos con un modelo de formación integral, donde les damos a nuestras alumnas las herramientas necesarias para desarrollarse en aspectos académicos, emocionales, físicos y artísticos.
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