Que tus hijos adquieran las habilidades necesarias para comenzar el proceso de lectoescritura, sienta las bases para que entren a un maravilloso mundo que los acompañará a lo largo de toda su vida.
El proceso que se desarrolla dentro del cerebro de los niños es complejo y requiere de varios factores que lo ayudarán a estar en el momento óptimo para comenzar. Las habilidades previas que tu hijo deberá desarrollar durante sus primeros cinco años de vida para posteriormente aprender a leer y escribir abarcan:
Este último factor, podría decirse que es el más importante y que dependerá de los adultos que rodeamos al niño. Desde el primer año de edad los niños tienen curiosidad por los libros y es recomendable que tengas ejemplares de acuerdo a su edad, con colores llamativos, texturas, que pueda manipular libremente.
A partir del segundo año de vida y durante el tercero, empezará a comprender que existen letras que al unirlas forman palabras que expresan algo, es decir, que las letras se leen. Esta es la primera aproximación a la lectura.
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Generalmente a esta edad los niños se han dado cuenta que los adultos escriben con diferentes intenciones. Por ejemplo mamá al anotar la lista del super que va leyendo mientras echa las cosas al carrito. De esta manera se comienza a ver la funcionalidad de la lectoescritura.
Tu hijo estará mucho más motivado a comenzar el proceso cuando sus papás se sientan a leer un libro, una revista, el periódico o cualquier portador de textos, porque asociará que la lectura también es acto placentero.
A continuación te presentamos una serie de sugerencias para que logres un ambiente alfabetizador en casa:
Todas estas ideas son sencillas y son una manera de adentrar a tu hijo al maravilloso mundo de la lectura y la escritura. Lo más importante es llevarlo a que sienta la curiosidad y por lo tanto la necesidad de hacerlo. Esto sólo se logrará a través de actividades atractivas y divertidas.
En Kínder Cedros ofrecemos a los niños actividades significativas para favorecer el proceso de lectoescritura en el que los padres de familia están muy presentes a través de los Cuentacuentos semanales y la estrategia El correo llegó. Un niño que es capaz de abrir un libro, será capaz de abrir su mente y su corazón a nuevas experiencias.
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