¿Cómo afecta el sueño al rendimiento escolar de tu hijo?
El sueño juega un papel fundamental en el desarrollo infantil, pues la falta de éste provoca –desde muy pequeños– cambios de humor, actitud pesimista, estrés y ansiedad, lo que disminuye la capacidad de aprendizaje.
Es un problema de chicos y grandes, y a los pequeños les repercute directamente en el desempeño escolar. Por eso, es importante procurar que los niños obtengan un buen descanso durante las noches, ya que este hábito puede mejorar su atención, su comportamiento e incluso la maduración del sistema nervioso central.
Entonces... ¿Cuánto debe dormir un niño?
- Hasta el año: entre 14 y 17 horas durante la noche y el resto del día.
- De 1 a 3 años: entre 10 y 13 horas, de la cuales la mayoría son por la noche. Entre el segundo y tercer año van abandonando las siestas.
- Entre los 4 y 5 años. duermen de 10 a 12 horas por la noche. Ya no necesitan la siesta, pero es bueno que descanse un ratito después de la comida.
- A partir de los 6 años. Las necesidades de sueño van disminuyendo. Entre los 6 y los 8 años, el niño necesita de 11 a 12 horas de sueño, y con 10-12 años, unas 10 horas.
Dormir es, como bien dijimos, una de las necesidades básicas, que tu hijo duerma bien o mal ya no es sólo cuestión de suerte, es un hábito que debe construirse desde que se nace y para ello, podemos valernos de rutinas que den pie a un mejor descanso.
¿Cómo puedes ayudar a crear este hábito?
- Empezar a tiempo, desde los tres meses de edad se puede empezar a marcar un horario.
- Establecer rituales facilitadores como: tomar un baño, leer un cuento, preparar útiles o uniforme del día siguiente, etc.
- Comer ligero, procurando que los alimentos previos al sueño sean ligeros, que la pijama o ropa de cama sean cómodas y que el pañal (si aún lo utilizan) esté seco.
- Cuidar el ambiente, promoviendo un espacio agradable, poca luz, música suave, cosas que indiquen que ha llegado el momento de dormir.
- Motivar la independencia, desde muy pequeños pueden dormir solos en su cuna o cama.
Chicos o grandes, es por igual, y en los niños es esencial este tipo de prácticas, pues de esa manera se acostumbrarán a una mejor calidad de sueño y aquello será una gran influencia para sus vidas.
En Kínder Cedros Del Valle sabemos la importancia de establecer rutinas, de observar y equilibrar los tiempos y niveles de energía de nuestros alumnos para acompañarlos en sus experiencias de aprendizaje.
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