Desarrollar competencias emocionales en la escuela favorece el autoestima de tu hijo. El mejor kínder en Pedregal te dice cómo lograrlo desde casa.

La educación emocional, se puede definir como un proceso educativo, continuo y permanente que pretende potenciar el desarrollo de las competencias emocionales como elemento esencial del desarrollo integral de la persona.

La educación emocional, también tiene otra serie de objetivos: 

• Tener un mayor conocimiento de las emociones propias, e identificar mejor las emociones de los demás.
• Desarrollo de la habilidad para poder regular nuestras emociones.
• Prevención de los efectos nocivos que vienen de las emociones negativas, y el desarrollo de la habilidad para generar emociones positivas.
• Desarrollo de la automotivación.
• Tener una actitud positiva ante la vida.
• Aprender a gestionar los conflictos de una forma positiva.

Con la inteligencia emocional debemos desarrollar las competencias emocionales. Esto puede hacerse de diferentes maneras, tanto en el colegio, como en casa. Por eso, tanto los profesores como los padres pueden tener un papel activo en la educación emocional para niños. A continuación, damos algunas propuestas:

1. Preguntar cómo se siente 

Simplemente preguntando a los niños acerca de cómo se sienten en el día a día y en diferentes actividades. De esta forma, animamos y enseñamos a los niños a comprender y tratar de comunicar sus propias emociones y sentimientos.

Para hacerlo bien, debes hacer la pregunta con un ritmo alegre, añadiendo su nombre al final. En función de la edad o el interés que muestren, los niños responderán de forma corporal o verbal.

A partir de aquí, el profesor o el padre debe tratar de poner nombre a lo que el niño está expresando para reforzar su respuesta, y también para ayudarle a que entienda sus propias emociones y las de los demás.

2. Actividad de la rueda de los sentimientos

Consiste en tratar de reconocer e identificar, de forma divertida y lúdica, los sentimientos. Se pide a los niños que piensen en sí mismos, en alguna ocasión donde se han sentido felices, tristes, decepcionados o preocupados.

Luego, se les enseña la rueda de los sentimientos, que será una ruleta de juego en la que, en lugar de números, aparecen escritos los nombres de los distintos sentimientos y emociones. Así, los niños giran la rueda, y, según el lugar en el que se pare, deben explicar a los demás compañeros en qué consiste exactamente ese sentimiento o emoción poniendo un ejemplo de una experiencia propia.

Con todo esto, los niños aumentan su vocabulario emocional y lo utilizan de manera apropiada, tomando conciencia de las diferentes emociones y aprendiendo a escuchar y a respetar los sentimientos de los demás.

3. Que lean un libro relacionado 

Los libros también pueden ayudar en la educación emocional de los niños. Los cuentos infantiles muestran las respuestas para cada uno de los diferentes tipos de emociones, como la felicidad, la tristeza o el miedo, entre otros, y refleja las cosas que hacen sentir a los protagonistas. Algunos libros relacionados con la expresión de las emociones son: “El monstruo de colores”, “El pájaro del alma”, “Paula y su cabello multicolor”, “El emocionario”.

4. La caja de los afectos 

En ella se depositarán todas las posibles maneras de mostrar afecto, pueden ser mensajes escritos, fotografías, objetos, etc.  La caja se abrirá en los momentos en los que se necesite mostrar muestras de afecto a alguien. Con esta dinámica se desarrollan estrategias de relación y aproximación hacia uno mismo y hacia los demás a través de prácticas de comunicación verbal y no verbal.

5. Juegos de emociones 

• Dominó o bingo de emociones.
• Diario de las emociones: el juego es una dinámica educativa que trata de favorecer la reflexión sobre los propios estados emocionales. A través de esta dinámica vamos a procurar que los niños y niñas dibujen sus estados emocionales y que tomen conciencia de cuándo sienten cada emoción, de los posibles desencadenantes y sus consecuencias. De esta manera tendrán un rico collage de las propias emociones.

Es muy común ver cómo en la escuela niños y niñas tienen algunas dificultades a la hora de reconocer y gestionar sus emociones. A veces, les resulta complicado ponerse en el lugar del otro, y no saben identificar lo que sienten.

El mejor Kínder del Pedregal trabaja con diferentes estrategias para ayudar a los niños a desarrollar y fortalecer el área socioemocional, te invitamos a conocernos.