En ocasiones es difícil poner límites a los niños y más cuando son pequeños, no te preocupes el mejor kínder en Coyoacán te comparte algunos consejos para conseguirlo.
Una de nuestras principales preocupaciones al convertirnos en padres, es educar correctamente a nuestros hijos, que aprendan las normas de convivencia y se porten bien.
La disciplina consiste en lograr que el niño responda y se adapte a las normas sociales implícitas de tal manera que su comportamiento sea funcional y adecuado a las circunstancias, pero ¿a qué nos referimos con un comportamiento adecuado? A continuación te lo explicamos.
Cuando un niño empieza a explorar el mundo, la palabra que más nos escucha decir es “NO”. Por eso los niños aprenden a decir “no” antes que decir “si”.
En un primer momento nuestra mirada está puesta en evitar que se lastimen o que se ponga en riesgo su bienestar como “no te acerques el horno”, “no brinques en la cama”, “no jales las cosas porque se te pueden caer encima”, etc. y conforme van creciendo, nuestras restricciones están enfocadas en las normas sociales convencionales y de acuerdo con nuestras propias ideas o necesidades como “no te pares de la mesa hasta que termines de comer”, “no se dicen mentiras”, “no me contestes así”… entre muchas otras.
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Al caer en el exceso del “no”, se pierde la importancia que tiene, por lo que es necesario considerar con anticipación aquellas situaciones, actitudes o conductas que como padres de familia, estamos dispuestos a permitir y cuáles no, además de hablarlo con los niños en forma positiva para que ellos sepan lo que se puede y conozcan las consecuencias.
En la edad preescolar a partir de los dos años de vida, los niños se vuelven exploradores activos de su alrededor con la intención de hacer las cosas por sí mismos, lo que implica que constantemente estén “midiendo” a sus figuras de autoridad que los rodean para conocer los límites hasta dónde pueden llegar y cuando no consiguen lo que quieren es cuando lo actúan a través de “berrinches”.
Cuando un niño hace un berrinche para obtener algo que desea y el adulto se lo cumple, el mensaje que se le está dando es que esa es la manera de obtener lo que él quiere en el momento que quiere, siendo así que estas conductas comienzan a hacerse con frecuencia.
Para evitar que se vuelva una conducta frecuente es importante considerar los siguientes puntos:
Cuando estamos en casa sin afectar a nadie, es importante reflejarle que él sólo se puede controlar. En caso de estar fuera se le puede dar la elección entre dos opciones, por ejemplo “seguimos en el jardín si logras tranquilizarte, o nos regresamos a casa”.
Por eso, la consecuencia (la cual deberá estar relacionada con la conducta) que le mencionemos deberá de ser algo que estemos dispuestos a cumplir.
Las conductas positivas que quieras reforzar con tus hijos, es necesario señalarlas y aplaudirlas en el momento en que ocurran. El refuerzo positivo siempre será un gran motivador.
En Kinder Cedros acompañamos a nuestras familias en la educación de sus hijos, recordando que estamos formando seres humanos y que esta labor requiere paciencia, constancia, firmeza y amor.
Conoce la experiencia de Claudia Pacheco, mamá de Kínder Cedros y comprueba porque es el mejor kínder en Coyoacán.