La mamá y su participación en la educación de sus hijos

Ser mamá es uno de los desafíos más difíciles que plantea la vida para cualquier mujer y a la vez, una tarea en extremo gratificante. 

Ser mamá no se trata sólo de nutrir y cuidar a los hijos, sino también de brindarles la protección y la educación necesaria para que se desarrollen como personas sanas, buenas y solidarias. Los hijos no heredan de la mamá solamente sus rasgos genéticos, sino también una gran parte de su educación y de sus valores y virtudes.

La mamá es también una confidente, en quien los hijos descargan sus emociones, sentimientos, problemas, quejas y ella los escucha con toda calma y paciencia –como nadie más podría hacerlo-, aconsejándoles qué hacer para solucionar la situación que los agobia.

Es muy importante que las mamás, tomen conciencia del papel tan vital, que juegan en la vida de sus hijos, para que a su vez se cuiden y se mantengan bien física y psicológicamente.

Recordemos que las madres, serán siempre las multiplicadoras de la felicidad y del bienestar. Una madre estable, educa hijos estables, es decir, si las madres avanzan por el camino de los valores, los hijos reflejarán sus enseñanzas y a su vez, serán buenos miembros de la sociedad.

La mamá, junto con el papá,  debe de tratar de brindarle a su(s) hijo(s): 

• Los recursos necesarios para satisfacer sus necesidades básicas materiales: alimento, ropa, asistencia médica, actividades físicas sanas, alojamiento, etc.

• Vínculos afectivos incondicionales y continuos de buen trato que formarán lazos con los que su hijo será capaz de crear relaciones saludables con su entorno humano y natural, así como de pertenecer a una red social.

• Una disponibilidad de diversos espacios relacionales para estimular sus diferentes áreas de desarrollo: afectivos, íntimos, lúdicos, de aprendizaje.

• Accesibilidad, lo cual significa presencia y disponibilidad.

• Capacidad de percibir, mostrar alegría y satisfacción por sus progresos.

• Coherencia, los niños necesitan que su mamá y otros adultos que los cuidan les den un sentido coherente a sus acciones. La búsqueda de sentido es uno de los motores con que los niños ingresan al mundo adulto.

En Kínder Yaocalli, el mejor kínder privado, trabajamos de la mano de los papás para lograr el desarrollo integral de nuestros alumnos. Queremos ser parte de tu proyecto de familia, para ser de cada uno de tus hijos la mejor versión de ellos mismos.